lunes, 4 de febrero de 2013

Nueva Cultura de la Mediación





 Las enormes transformaciones sociales que estamos viviendo nos ha generado a muchos profesionales la necesidad de replantear nuestros modos de afrontar los cambios sucesivos que nos acechan.
Cuando ya creíamos que todo estaba hecho, nuestro estado de bienestar, nuestros derechos y logros conseguidos con décadas de implicación social y humana, los conflictos regresan a nosotros cual boomerang y además reforzados por la crisis, que mas allá de los aspectos financieros, suponen un revés a los cimientos de nuestros valores.

Cambios en lo social, científico, enseñanza, laboral y en la ética profesional de cada uno de los que vivimos el conflicto como un estado dinámico propio de manera ecológica, donde lo externo inunda nuestro interior, de la construccion en red de nuestras existencias.

Es ahora precisamente en estos momentos cuando renace la "Cultura de la Mediación" pues la Justicia (como instrumento administrativo y judicial ) ha entrado en decadencia, la respuesta nunca es justa cuando los acuerdos se imponen. Es el momento de convertirse en actores propios, en madurar las percepciones de lo que nos rodea, hacerlas nuestras, considerar otros puntos de vista del "nosotros" en lugar del propio.


Porque la Cultura de la Mediación penetra en muchas esferas de nuestra vida, modifica las actitudes , posturas y el lenguaje se convierte en horizontal. Esto genera una nueva forma de relacionarse , al mismo tiempo se crea un espacio de aprendizaje donde tanto los que aplicamos la mediación como las que lo reciben transmiten estos valores en los entornos más próximos, por eso desde mediados del siglo XX numerosos trabajos apoyaban la necesidad de comprender al ser humano desde la sociología como en ambiente y el entorno y su interdependencia con su ecosistema y de su comunidad.


Decia Hawley (sociólogo norteamericano) que la familia , de hecho, es la estructura mas importante , considerada como una organización social integrada en un red de parentesco mas amplia, que ocupa un nicho en todos los sistemas sociales y que ofrece apoyo material y psicológico así como cuidando a sus miembros, mientras que reproduce el sistema de organización económica y social de la sociedad mas amplia.

Por tanto si la base de la familia es la interconexión con sus miembros y desde la infancia protegemos los valores que hacen que los individuos prosperen y resuelvan de mejor manera sus controversias, seremos participes de la extensión de la cultura de la mediación y por ende la sociedad en un futuro cercano podrá afrontar sus adversidades con otra visión "la mediadora".


El mediador cognitivo, definido por Reuven Feurstein, decía que  el conflicto surge entre el conocimiento previo y la nueva situación o estimulo pues este nuevo mediador equipa al estimulo con una carga afectiva poderosa, de modo que penetre en el sistema de significados del sujeto. No es cuestión de imponer significados o almacernarlos sino ayudar a que surjan conocimientos y significados nuevos que se incorporen y modifiquen a su vez los conocimientos previos.

Todos formamos parte de un pequeño mundo ecológico de enseñanza continua, la educación no solo comienza en la escuela, sino en el hogar pero también la sociedad irradia nuestra cultura, por tanto ya no debemos visualizar como algo negativo el conflicto, sino todo lo contrario, dejando atrás la ansiedad, las preocupaciones por los sentimientos que nos despiertan, debemos actuar encaminados hacia la solución de alivio, pues en definitiva, esto sanará las relaciones y nos ayudará a crecer como seres humanos y sociales. En la filosofía oriental el símbolo del conflicto es para ellos una oportunidad para crecer, seria conveniente que tomáramos de esta visión oriental aquello que realmente puede llegar a transformar nuestras sociedades.

El tiempo es nuestro mejor aliado, para transformar nuestro entorno y a quienes nos rodean, se deben afrontar los cambios en nuestras vidas, en las estructuras familiares, no desde la crisis social, sino desde la perspectiva humana que ve en los talentos humanos compartidos, el nuevo espíritu colaborativo, los modelos  de economía social, la consolidación de entidades sin animo de lucro, y el nuevo activismo social una plataforma para reconducir los nuevos conceptos del mundo del conflicto y llevarlos de la mano de la Cultura de la Mediación.

+ Info: LA MEDIACION: UNA NUEVA CULTURA HACIA LA PAZ- MARÍA AIRD DONOSO


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